viernes, 19 de junio de 2015

Estación Casa del Che de la Cabaña

“El odio como factor de lucha, el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones naturales del ser humano y lo convierte en una eficaz, violenta, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así: un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal.”
Che Guevara


La lanchita hacia Casablanca, vino con mucho condimento histórico. Visitar el Cristo de La Habana, el sorpresivo recital gratuito de Silvio Rodríguez, el cañonazo de las nueve, la Fortaleza, un paseo histórico por “la guerra de los misiles” y la Casa de La Cabaña del Che.
El ingreso al centro museo cultural es de 6 CUC y se pueden observar varios objetos utilizados por el Comandante en su breve paso por este sitio.
Según data la historia, la ocupo en los primeros días de enero de 1959, siendo su primera vivienda en La Habana con el triunfo mediante de la Revolución.
En la entrada, se sitúa el escritorio y la sala que el Che Guevara usaba como oficina. Posteriormente, la habitación en donde cayó fuertemente enfermo por el asma que lo acompañó hasta el día de su asesinato. Pues, en la pared, cuelga un mural de la visita de Fidel Castro y en la que se puede ver al Comandante en un pésimo estado de salud.


En la sala continua, se guardan objetos personales y la urna con la bandera cubana, en la cual se repatriaron los restos de Ernesto Guevara en 1997, cuando fue hallado en Valle Grande junto a otros guerrilleros que lo acompañaron en su campaña en suelo boliviano.

Justamente, en su estadía en este sitio, los detractores de Guevara, lo denominan “el carnicero de La Cabaña” porque en ese año, el Che estableció su comandancia y personalmente, supervisó los fusilamientos de guerra a los partidarios del Dictador Fulgencio Batista.

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