jueves, 30 de junio de 2011

La Leyenda de Cachipampa en el Salar de Uyuni

Las montañas que abrazan al salar son dioses que están encantados con poderes distintos. Se dice que estos dioses vivían como el hombre poblando estas tierras, se encontraba una muchacha hermosa, sin riquezas; pero bella espiritualmente, su nombre era Tunu–apa.
Se encuentra como cerro a la cabecera del gran salar de Uyuni, ésta se había casado con Cuzco de origen noble este tenía riquezas y poderío que le habían dado un cierta ascendencia entre los demás.
Su carácter despótico, y su infidelidad ante Tunu–apa, hizo que su unión se viera afectada. Cuzco la engañaba con una adolescente llamada Kosuña, los dos en amoríos se entregaban al placer sin respetar a nadie.
Los pobladores rechazando tal situación llevaron a Tunu–apa ante el curaca Mundo que era la autoridad máxima, Cuzco sin respetar a la autoridad, injurio e insulto a Tunu–apa, ella al refutar la agresión hizo caer el sombrero de Cuzco, vino la ruptura, entre los dos, lo cual Tunu-apa fue caminado por la pampa de Aullagas llorando para llegar a su Ayllu donde vivía su padre Yllampu, ya vencida con el cansancio por la noche quedo dormida en la planicie, al despertar se encontró con la Pachamama, la madre tierra, a la cual le contó su desgracia.
La Pachamama respondió que ya lo sabía todo, y que Cuzco fue castigado, quitando todas sus riquezas y poderes por su padre Pachacamay, todo era trasladado al Sumac Orcko en vicuñas, y también Kosuña de castigo que guardaría sus riquezas en su corazón, que para que lo obtengan los hombres tendrían que sufrir sacando de la profundidad con el agua y los gases.
La Pachamama, al acabar de contarle a Tunu– apa le dijo, “tu te quedaras aquí en esta pampa para que seas útil a mis hijos y serás la mas bella de las montañas” después de decirle esto desapareció, Tunu–apa quiso moverse y no pudo y se fue convirtiendo en montaña, lloro tanto que sus lagrimas se convirtió en un lago que se mezclo con la leche blanca que salía de sus senos.
Se dice que aún llora cada vez, y sigue creciendo el salar maravilloso de Uyuni.
Fuente: Bolivia.net

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1 comentario:

Alunada Lunita dijo...

Hermosa Leyenda Yiramundis! Gracias por compartirla, aun tengo erizada mi piel. Abrazo.