domingo, 5 de octubre de 2008

30 de septiembre - Estación Río Amazonas (Brasil)

A questão de saber se ao pensamento humano
pertence a verdade objectiva
não é uma questão da teoria,
mas uma questão prática...
Os filósofos têm apenas interpretado
o mundo de maneiras diferentes;
a questão, porém, é transformá-lo.
Karl Marx

El trayecto de Manaos a Puerto Bello, es un viaje que solo se puede hacer por el Rió Amazonas, ya que no hay carretera. Las embarcaciones disponibles te ofrecen por 85 dólares llegar a destino en 4 días, te brinda un espacio para colgar la hamaca, un desayuno, almuerzo y cena.

Embarcación… Se vencía la estadía de nuestro hotel a las 12 hs, pero la estiramos hasta las 13 hs, y finalmente nos despedimos del lugar para salir en busca de nuestro pasaje. Frente a frente con el vendedor comenzamos a negociar la rebaja con las pocas palabras en portugués que conocíamos y el resto, a señas, el resultado fue 70 dólares menos. Acabada la compra, el paso siguiente fue una lancha que nos llevaba al barco por unos 5 dólares, hasta aquí todo estaba bien. Pero una ves en el barco, nos encontramos con una mujer encargada del chequeo del pasaje, la que nos dijo', voce tiene 170 riales por persona o se bajan, uff que momento...se desato una fuerte discusión pero no hubo modo de hacerla entrar en razón.
Así fue como pechuga debió regresar al vendedor para pedirle tiques que diga 100 reales y pagado, puesto que en la compra inicial habíamos arreglado de palabra, nosotros imaginamos que el vendedor se comunicaría con el capitán o algo parecido. Pero esto aun no terminaría ahí, aunque teníamos el comprobante en mano, hubo llamados telefónicos a la agencia, al vendedor y después de un par de gritos dijo, Argentinos viajar pero comer poco.
Instalados en el lugar, se manifestaron suspiros y risas que reflejaban nuestro nuevo paso en la aventura.

El viaje (exterior e interior)… el ardiente sol quema los cuerpos que se dejan abrazar por los dedos de la estrella de fuego. El río, lleva sobre su lomo, las embarcaciones que la caminan, de norte a sur, de noche y de día. La flora y la fauna, de muchos colores y especies, colorean la retina de quienes la descubren.
En el marco de esos pasajeros curiosos y charlatanes, están el Cordobés y el Pechuga. Córdoba, con sus ansias de dormir, sueña y mira hacia dentro. Pechu, con sus ansias de escribir, sueña y se descubre, pensando hacia dentro. Pero no está sólo, su conciencia lo acompaña. Con ella habla, se pregunta y le responde, aunque en algunos términos no muy concretos. Con el relato vivo de la verdad, Radio Yiramundi 0.00 Mhz “Alta Fidelidad” y desde algún lugar del Amazonas occidental, los invito a éste gran teatro de locos, entre el Pechu y su conciencia:
Este necesario descubrimiento, revelación de la cara oculta bajo la máscara, es desde la esperanza y no desde la nostalgia, fundado en la solidaridad y no en la soberbia. En sí, buscando la relación de identidad entre el hombre y la naturaleza y las viejas costumbres de libertad. Todas estas inquietudes, me surgen a partir del inconformismo de la sociedad capitalista, que genera resignación, egoísmo, incomunicación; dejando intacta la imagen sin cambiar la realidad, prometiendo amor sin dolor y paz sin guerra.
Esta sociedad que tiende a consumir la “ideología de supermercado” que difunden los medios masivos de comunicación y que reduce las relaciones humanas al juego siniestro de la competencia y el consumo, apaga la chispa de encender conciencias y revelar la verdad… Siento un fuerte sonido en mi interior, como el golpe de campana que nos libraba de la tortura de la enseñanza escolar, estéril e ineficaz, de la historia oficial… ese sonido se transforma en voz que dice:
¿Puede un escritor, por mucho que arda su fueguito, contra el engranaje de la mentira y el conformismo? (conciencia)
Si la sociedad tiende a organizarse de tal modo que nadie se encuentre con nadie ¿Qué papel puede cumplir una literatura de vínculo fraternal y de participación solidaria? (Pechu)
C- mmm… mmm… aquí la que pregunta soy yo. Así que, respóndeme sin interrogantes
P- Es decir, los escritores buscamos interlocutores, no admiradores; ofrecemos diálogo, no espectáculo. Sé escribe a partir de una tanteo de encuentro, para que el lector comulgue con palabras que nos viene de él y que vuelvan a él como espiración y vaticinio.
C- ¿Qué sentido le otorgas a la… shiiiiuuyyyyrrrggggfffsccsiiuuuu… Se vocé realmente está precisando de ajuda en suas necesidades: sofrimento? Desemprego? Medo do futuro? Depressáo? Entao, por favor, nao esquica que há alguém que tem todo poder para enfrentar qualquer situacáo: Jesús Cristo o filho de Deus…
En tanto, el sol, paleta de óleo, pinta al cielo azul en rojizo. La tarde empieza a caer y nace la luna por el lado inverso, en esta atmósfera y luego de la interferencia de la radio “Exército de Deus”, los invito a la última parte del diálogo de “Pechu y su otro yo”
C- ¿El escritor, sólo vale cuando edita sus textos en tiradas de miles de ejemplares o sólo lo hace por oficio?
Uno escribe, en realidad, para la gente cuya suerte o mala suerte, uno se siente identificado: en mi caso, para los rebeldes, los maldormidos, los descalzos y humillados; pero la mayoría de ellos, no saben leer y entre la minoría que sabe ¿cuántos disponen de dinero para comprar un periódico?
C- E sua pregunta é ¿Para que sirve la palabra escrita? ¿Qué función cumple en la sociedad?
<! P- ja, ja, ja. Ahora que estamos navegando por el Amazonas, ya hablas portugués, sin dudas que eres una hipócrita.
Deja de reprocharme y contesta mi pregunta
P- La palabra es un arma y puede ser utilizada para bien o para mal. Uno cuando escribe, ofrece el testimonio de nuestros tiempos a nuestra gente, para ahora y después. Creo, que la literatura peleadora que perdura, se niega a barrer las cenizas y procura, en cambio, encender el fuego, diciendo, con el puño en alto “estamos aquí, aquí estuvimos; somos así y así fuimos.”
La noche, tiene luz propia. La luna y las estrellas alumbran el rumbo de la embarcación, que lentamente, navega entre los brazos verdes de la selva. Pechu, dejó de conversar con su conciencia y se deja estar, mirando al espejo que el río resplandece: a veces, la memoria, que va cambiando conmigo, me tiende trampas. ¿no resulta cómodo refugiarse en el pasado, cuando la realidad me da miedo o bronca porque no se parece a mis deseos? ¿Me refugio en el pasado que realmente fue o en el que invento, sin saberlo, a las necesidades actuales?
El viaje, me nutre por lo que elijo y también por lo que rechazo. Así, amplío el campo de mi mirada y así voy encontrando claves de creación y orientación para cuando llegue la hora del regreso. Cierro unas puertas pero abro otras. Es una penitencia y, a su vez, una libertad y responsabilidad, que tiene una cara negra y una cara roja: la cara negra toca la muerte y la cara roja, abanica el corazón.
Nota: este texto está dedicado a los escritores que en años de dictaduras rompieron con la máquina del silencio, con la pluma y el fusil en la mano. Especialmente, para el poeta Paco Urondo y los narradores Haroldo Conti y Rodolfo Walsh.
Hasta la Próxima Estación… Esperanza.
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